viernes, 12 de noviembre de 2010

Sin palabras


Me gusta la etimología de la palabra 'persona': de origen griego, se refería a las máscaras usadas por los actores. 'Per' es algo así como ocultar el rostro y 'sona' hacer de megáfono. Entonces, ¿sólo es persona aquel que habla, pero que paradójicamente, también se está ocultando tras sus palabras?

Las palabras forman nuestro mundo, le dan forma y sentido. Cuando empezamos a hablar aprendemos que eso que sale del suelo, se alza enorme y acaba en una corola de hojas se llama árbol, y por lo tanto, eso es lo que ES.

¿Pero qué era eso antes de que le pusiéramos nombre? Seguro que era algo mucho más mágico, raro y sorprendente de lo que nos sugiere ahora. Y así, a base de aprender a describir el mundo, lo fuimos conociendo pero también lo hicimos más predecible y aburrido.

De ahí que Marcel Duchamp presentara el famoso retrete como obra de arte. La clave: la descontextualización. La corriente teórica del objetualismo explica que las cosas aparecen de una forma inusual, casi mágica, cuando están fuera de su contexto. Cuando descontextualizamos, la mente duda, hemos conseguido romper todos sus esquemas por un momento. De ahí surge la cretividad, que tiene su origen en mirar las cosas como si fuera la primera vez.
Las palabras son metáforas que se relacionan de forma simbólica con el mundo (J.M Valverde)

La revelación puede llegar en cualquier momento en que nos alejamos de la red lingüística. Y con esta idea empezaron a teorizar sobre este aspecto intelectuales como Hofmannsthal, Krauss, Mauthner o Szweig en pleno siglo XVIII . Aunque de hecho, esta desconfianza en las palabras ya empezó mucho antes: en la Grecia Clásica, los sofistas ya opinaban que aún en el caso de que llegaramos a conocer algo de la 'verdad', ésta no se podría transmitir con palabras. Demasiado simples para tan noble y elevada tarea, y es por eso que relegaron su uso para la retórica o el uso del lenguaje con fines persuasivos.

Para acabar, me gusta especialmente este verso de Schiller, poeta que también creía que las palabras podían decir todo pero a la vez nada, y que su uso nos condenaba a dar una forma determinada a un mundo mucho más complejo y variado, repleto de sensaciones que nunca encontarían palabras para poder ser descritas con exactitud.

¿Por el hecho de hacer versos con una lengua que habla por ti te crees poeta?

miércoles, 19 de mayo de 2010

Sobre el MACBA y el mercado del arte

En los diez años que dirigió uno de los museos más punteros de Barcelona, el MACBA, Manuel Borja-Villel tuvo que saber responder a una serie de retos que demandaba una ciudad – concretamente una zona de la ciudad, el raval- en plena reconversión. En estos extractos de la interesante entrevista que le realizó Carles Guerra, artista, crítico y profesor de Arte Contemporáneo en la Universidad Pompeu Fabra descubrimos algunos de los entresijos del complejo y lleno de intereses mundo del arte. Podéis encontrar la entrevista al completo en el nº2 de la revista especializada en cultura Art&Co (de la expo de arte contemporáneo ARCO de Madrid).

Manuel Borja-Villel: (…) El MACBA presentaba todas las tensiones posibles. Si alguna cosa tuve fue la intuición de ver que estas tensiones no eran negativas, sino que describían una realidad muy concreta. Existía por un lado una cultura identitaria decimonónica –aún hoy me ha llegado una nota reprochándome que no me interesaba el arte catalán-. Y la presión de una cultura mediática dirigida al turismo y que en Barcelona se inició con las Olimpiadas.


Carles Guerra: Una tendencia populista aunque viniese de un partido de izquierdas.
MBV: Y con las tensiones de una sociedad que no acaba de encontrar su lugar, con una burguesía que fue ilustrada a principios de siglo y que posiblemente no termina de adaptarse al mundo del gran capital financiero. Nos dimos cuenta de que estas tensiones describían una realidad. Tratar de convertir el museo en un museo noucentista del arte catalán no tenía sentido. (…)


CG: Ud. Siempre ha insistido en la relación museo-conocimiento.


MBV: (…) Es lo que decía Borges, uno no habla una lengua, sino que es esa misma lengua la que te habla. Institucionalmente es lo mismo. Tú no haces la institución, sino que la institución te hace. Al fin y al cabo siempre trabajas con herramientas que no son tuyas. De modo que cuando avanzas con el trabajo ves las contradicciones. Tal vez la iniciativa de Las Agencias resultase demasiado inocente y romántica. Cuando vi que Las Agencias eran presentadas en un suplemento de tendencias de moda joven me di cuenta de que algo no iba bien.


CG: Lo del prêt à revolter casaba perfectamente con las expectativas de estos suplementos de moda joven…


MBV: A partir de ahí iniciamos una transición. Arte y Utopía (2004) permitió volver a estudiar, volver a ser reaccionarios e intentamos mostrar que era posible una reconciliación entre lo poético y lo político. (…)


CG: Cuando usted accedió a la dirección del MACBA, en 1998, el museo cargaba con la lacra de haber sido diseñado para desempeñar una función biopolítica dentro del marco de las necesidades más urgentes de la ciudad antes que para satisfacer las exigencias del sector del arte. La función biopolítica del museo tenía un cometido específico: corregir la situación del barrio del raval de Barcelona. (…) Toda esta actividad se ha podido llevar a cabo porque usted ha trabajado con diferentes tipos de aliados, no sólo políticos, sino que exploró entre los representantes de las ciencias sociales, incluyendo los movimientos sociales (…) En Madrid la cuestión urbana está fuera de toda escala, parece inconmesurable.


MBV: Incluso añadiría lo de que el MACBA sea un museo de autor, el hecho de que el MACBA fuera proyectado por Richard Meier no es casual... (…) En poco tiempo Barcelona se ha convertido en una ciudad cosmopolita. Pascual Maragall estaba muy influido por una corriente de pensamiento americano que sostenía que el mercado artístico puede ser la avanzadilla del mercado inmobiliario. Eso en Barcelona es una ficción, seamos realistas. El mercado artístico local es un mercado doméstico. La creencia de que el museo iba a generar por sí solo un sistema de galerías y todo lo demás era una ilusión. La miopía de los políticos en los primeros años del MACBA radicaba en no haber entendido que había otros modos de intercambio posibles, otros tipos de mercado. Se abrieron galerías, después cerraron. Para colmo, cuando accedía a la dirección del MACBA renuncié a convertirlo en un museo que favoreciese el itinerario como forma de experiencia estética y por el contrario puse en el centro del programa la discusión, que no es asimilable.


CG: La recepción de sus propuestas siempre ha sido muy celebrada…


MBV: (…) Pensamos que otro tipo de gestión era posible y que no hacía falta entregar las instituciones al poder. Después trabajamos en red, rompiendo con las ideas paternalistas de la transmisión del saber y de centro y periferia.


MBV: (Hablando del Museo Reina Sofía) Lo que quiero decir es que no es el museo de Madrid, sino el museo de todo el Estado. Hay que trabajar en red con el MACBA, con la Fundació Tàpies, UNIA… Pero en ningún caso se tratan de conexiones de orden turístico. Parece que las cuestiones acerca del mercado y del coleccionismo sean cuestiones hegemónicas y burguesas. Sin embargo, el coleccionismo tiene un sentido positivo pensado a través de Benjamin. Ahí está la idea de crear una memoria compleja. Los cambios son tan rápidos que no nos damos cuenta. El capital financiero actúa de forma rapidísima. Pensamos que la galería de arte tradicional se ha quedado en algo romántico, porque trabajan para y con el artista. Ahora, el que marca la tónica es el mercado secundario de las subastas. Y ese mercado está hinchado, la especulación es demencial. Eso provoca que se escriba una historia de mercado puro y duro.


CG: Pero eso es el paradigma de Grundisse de Marx del siglo XIX: todo debe entrar en una circulación lo más fluida posible para que no deje de producir un valor añadido.


MBV: Pero luego Adorno decía que el arte más culto, difícil y opaco quedaba a resguardo de estas inercias. Aunque ahora la opacidad también se vende, es un objeto de mercado.

lunes, 17 de mayo de 2010

Id, el origen del deseo

Arte y artesanía

¿Qué es arte y qué es artesanía respectivamente? ¿Qué diferencia estos dos conceptos? Para mostrar lo que es una obra de arte, he cogido como ejemplo la obra de una amiga mía japonesa, Mari Ito, que nació en Tokio en 1980 pero actualmente reside en Barcelona dando a conocer su obra. Pero, ¿porqué la obra de Mari es arte? No creo que haya un elemento clave que determine cuando una obra es arte o no lo es. El arte es un concepto muy abstracto y subjetivo, un intangible de difícil catalogación que hoy en día se reinventa constantemente. Pero aún así parece haber una especie de acuerdo común entorno al concepto de arte.
Veamos la obra de Mari: sus últimas obras, tanto pictóricas como escultóricas se engloban dentro de su trabajo ‘Id: el origen del deseo’ que me parece realmente interesante. A partir de este concepto –el Id, con origen en el psicoanálisis- la artista ha articulado toda una serie de obras que a pesar de ser diferentes se relacionan entre sí a partir de este concepto. La artista lo explica:

“Id es un término que proviene de la teoría del psicoanálisis de Sigmund Freud. Un posible significado del Id es el origen y la fuente del deseo. Lo que quiero expresar con mi obra es el Id que imagino yo, a través de formas y colores, y el que tiene cada persona, hacerlo visible…
Cada persona tiene su propio Id-el origen del deseo… algunos obtienen la energía de vivir de las fuerzas negativas, como el rencor o la trsiteza… otros lo hacen de la positividad, la bondad, el calor humano o las ganas de hacer feliz el mundo.
Toda persona tiene un significado en el mundo… yo siempre coloco flores en el Id por que quiero que tenga paz. (…) Las personas en esta sociedad moderna desean logros materiales y han olvidado su riqueza espiritual. En los tiempos actuales, hacia dónde va la humanidad? A dónde queremos llegar? Hasta dónde tenemos que llegar? Cual es el origen del deseo que mueve la vida misma? Esa es la idea que yo quiero expresar a través de mi obra…”
La obra de Mari es única, personal e irrepetible. En ese sentido es una artesanía. Pero, ¿qué es aquello que la transforma en una obra de arte? Dese mi punto de vista es esta personalidad, esta intencionalidad latente en su obra, que busca reflejar la concepción que la artista tiene de este concepto – el Id o el origen del deseo-. La artista reflexiona entorno a este elemento y decide utilizar su creatividad cómo vehículo para dar forma a esta reflexión. A través de su obra Mari Ito nos está intentando explicar algo, es su medio de comunicación.
Una artesanía es una obra hecha a mano, personalizada, irrepetible y con finalidades estéticas generalmente. Pero una artesanía, que puede ser por ejemplo el jarrón de cerámica pintado a mano que tengo en mi casa y que compré como souvenir en Murcia, no tiene esa intencionalidad, esa personalidad… No nos explica nada y raramente nos commueve más allá de lo superficial… Pero una obra de arte tiene el poder de conmovernos y de hacernos reflexionar. Y ahí radica su belleza.

Web de Mari Ito

El falso documental

La palabra Mockumentary aún no es muy conocida en España si bien ya se han rodado numerosos documentales de este género como REC, de Jaume Balagueró y Paco Plaza, en la que una periodista filma imágenes de zombis. Las obras de este género aparecen tanto en cine como en televisión y encontramos variedad de tipologías de mockumentaries: comedias, dramas, parodias… El caso es que este documental se caracteriza por presentarse como una grabación de la vida real cuando en realidad es una obra de ficción muy bien diseñada.

Borat es un ejemplo de este género en forma de sátira o parodia. Este falso documental, es un ejemplo de un exitoso mockumentary que a la vez generó una gran polémica ya que se acusó a la obra de promover el racismo hacia la población de Kazajkstán. Borat, con Sacha Baron Cohen sigue las andanzas de un periodista kazako a través de los Estados Unidos. Aunque trabaja para Kazakhstani TV, y visita EE. UU. para grabar y aprender sobre su sistema político y su cultura y así poder criticar los valores estadounidenses más tradicionales y profundos, la realidad es que este film despertó una gran polémica. El personaje de Borat una persona extremadamente retrógrada: denigra a judios, gitanos, homosexuales y mujeres, razón por la cual la misma embajada de Kazajistán envió una carta a HBO para que se despidiera a Sacha Baron Cohen y en Alemania, el Centro Europeo para el Estudio del Antiziganismo de Hamburgo presentó una denuncia por instigación al odio racial contra el actor y la productora Twentieth Century Fox y la Home Entertainment Germany, entre otras.

Este es un ejemplo de mockumentary polémico, pero un dockumentary que recomiendo ver es ‘Dark Side of the Moon’ (2002) un falso documental francés que niega la llegada del hombre a la Luna a bordo del Apollo 11, hecho que se presenta como un engaño monumental filmado por Stanley Kubrick por encargo del entonces presidente Richard Nixon.

Es interesante ver este mockumentary para hacerse una idea de este género, ya que realmente resulta muy creíble y su realización es un reto que busca superar al documental ‘normal’, del que se sabe de antemano que se refiere a hechos reales. Pero en el caso del mockumentary, el esfuerzo por simular la realidad es tal que podríamos decir que prácticamente consigue engañarnos…

lunes, 10 de mayo de 2010

Lamono revista cultural



Estética urbana y underground. Pop surrealista. Ilustradores. Fotógrafos. Artistas emergentes del panorama nacional e internacional. No importa que no sean conocidos, importa que sus obras traspasen las pantallas de nuestros ordenadores para provocarnos sensaciones y despertar el espíritu crítico que todos tenemos. Ahora mismo algunos de los artistas que dan a conocer son Alex Ceball (ilustrador de Barcelona), Álvaro Barcala (ilustrador de Berlín), Alvvino (ilustrador de Italia), Anna Parini (ilustradora también de Italia) o Anna Day (ilustradora de Londres. Todos ellos son de diferentes países pero tienen algo en común: son jóvenes, innovadores, tienen un innegable talento y su obra aún no es muy conocida. Pero Lamono no sólo da cabida a ilustradores. En el apartado Gallery se pueden consultar todos los artistas que promocionan por orden alfabético y por temática artística: fotografía, ilustración, motion, multidisciplinar o pintor.

Ellos mismos definen la temática de su revista como 'Arte, música, moda, pensamiento crítico y vida urbana', y es que este proyecto creado hace más de cinco años se ha ido renovando constantemente, adaptándose a los nuevos tiempos, aunque su base es apoyar a los artistas que admira, todos vinculados de alguna forma a la ilustración y a esa corriente que llaman Pop Surrealista. Contemplan el arte cómo algo que abarca mucho más que la etiqueta de tendencias, cómo una forma de expresión capaz de vehicular el pensamiento crítico y así cambiar el mundo. ¿Muy utópico quizás? Puede, pero es una buena manera de enfocar un proyecto artístico actual, joven y con ideas frescas.

Web Lamono

Afterpop



¿Qué es la Generación Nocilla? A grandes rasgos, es el nombre que se le ha dado a una generación de escritores. Y porqué Nocilla? Para entender el porqué de este nombre tendríamos que profundizar en el 'background' o antecedentes de estos autores. La música y las series de su niñez, los anuncios publicitarios que veían o los productos que consumían. En general, todos estos antecedentes nos remiten a una época muy pop y kitsh, llena de colorido y variedad de productos, como la mítica nocilla.

Concretamente, el orígen del nombre lo encontramos en la triología de novelas 'Nocilla Project' del escritor Fernández Mallo(La Coruña, 1967)y se utilizó por primera vez por parte de críticos literarios para referirse a un grupo de escritores que fueron congregados del 26 al 28 de Junio de 2007 en un encuentro literario de nuevos narradores. Entre ese grupo de escritores se encontraban
Vicente Luis Mora, Jorge Carrión, Eloy Fernández Porta, Javier Fernández, Mario Cuenca Sandoval o Lolita Bosch, entre muchos otros, todos con una cosa en común: pertenecer a la genación de los 70.

Pero a uno de estos autores, Eloy Fernández Porta, le molestó especialmente la etiqueta de 'Generación Nocilla' Partiendo de la base de que todas las etiquetas son polémicas, este autor reformula la filosofía de su generación, y es que ellos no tienen nada que ver con la nocilla, sino con un término más cool como es 'Afterpop' que define las características de las obras de estos narradores: fragmentación, interdisciplinaridad, énfasis en la sobresaturación de la cultura pop entre la juventud española de su década, y el contraste con la llamada «alta cultura». Se trata de una "literatura zapping", con estructuras abiertas e historias que se sabe cómo empiezan pero no cuándo terminan.

La mayoría de ellos tienen un blog y son rebeldes por naturaleza: nada de novelas estructuradas ni tramas predecibles, se trata de innovar y escapar de los cánones con el objetivo de ser inclasificable para la crítica. Desafortunadamente, no hay etiqueta que escape a la crítica. Así que cuando un buen grupo de escritores se unieron a la misma causa, unos críticos muy majos decidieron que ya eran suficientes cómo para merecerse el título de 'Generación' y además recibir el noble nombre de Nocilla. Parece que no se puede pedir más. O sí. A Eloy Fernández Porta no le acabó de convenvcer lo de ser clasificado con el nombre de la crema de avellanas y chocolate más popular.

Este escritor,profesor, poeta y crítico literario nación en Barcelona en 1974. Según Porta, Generación Nocilla se trata de un título despectivo que no refleja la esencia de esta generación de escritores. A partir de su ensayo Afterpop (2006) explica esta corriente literia con sus propias palabras, a partir de su propia teoría. Según ésta, la estética de esta corriente de escritores no es algo meramente literario o generacional. Su estética se origina a partir de la sociedad en la que les tocó vivir, caracterizada por la sobresaturación simbólica que generaron los medios de comunicación de masas, en pleno apogeo. Por eso, según este autor, no sólo se trata de la nocilla, hay algo más. Tiene que ser una generación más profunda e interesante. De ahí el nombre de Afterpop, más bonito, más serio, más elegante, en definitiva, más respetable. Aunque hay quien, tampoco satisfecho con el título de Aferpop, va más allá. Es el caso del escritor Vicente Luis Mora, también miembro de esta controvertida generación, que prefiere llamarla La Luz Nueva. Y es que sobre gustos no hay nada escrito (aunque en pleno apogeo de la saga de adolescentes 'Crepúsculo' con títulos como Luna Nueva o Amanecer, yo casi que me quedo con la etiqueta de Afterpop).

Reportaje de la Generación Nocilla en 'El Silenci' de TV3

martes, 4 de mayo de 2010

"Ya no canto en la ducha ni silbo por la calle porque tengo miedo de la SGAE"


Tema de los derechos de autor, tema complejo. La pregunta ¿es el arte un bien público que no tiene precio o lo lógico es que su autor sea remunerado? es en mi opinión una cuestión muy simplista. El asunto de los derechos de autor tiene muchos matices, como veremos. Por un lado, el arte ‘no tiene precio’ en el sentido de que el valor del arte es difícil de expresar con una cifra al ser muy subjetivo. Por otro lado, es obvio que se remunere al creador si crea para poder vivir. Pero a mi parecer, lo que corrompe el concepto ‘derechos de autor’ es la manera cómo éstos se gestionan en la actualidad.Para hablar del tema me gustaría analizar la situación actual en relación a la gestión de la propiedad intelectual en España, donde los derechos de autor de los artistas, sobretodo de los músicos, se gestionan a partir de unas pocas instituciones, la principal de ellas la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) que a efectos prácticos actúa como un monopolio.

A medida que uno se informa un poco se da cuenta de porque no es extraño que la SGAE caiga mal a la población (después de Hacienda, dicen los estudios). Pero Pablo Hernández Arroyo, subdirector general de la SGAE, aún se pregunta incrédulo cómo es posible que ‘una sociedad que representa la cultura y que tendría que trasladar emociones de cariño, respeto y dignificación de ese sector de creadores’ tenga una imagen tan negativa.

Bueno hay que tener en cuenta, en primer lugar, que en un contexto de crisis económica no queda muy bien el hecho de que los ingresos de la SGAE hayan aumentado de forma considerable, debido, cómo explica en cantante Víctor Manuel, a las ‘numerosas bolsas de explotación’ que ha descubierto la institución, es decir, lugares como peluquerías o pastelerías,en los 'derechos de autor' se convierten en una buena excusa para lucrarse.

Pero ¿escuchar música ambiente en un lugar público genera derechos de autor? Si es así, donde se encuentra el límite? Y quien pone este límite y cómo? Según la SGAE sí genera derechos de autor. Y la realidad es que no existe límite ya que el radio de actuación de la SGAE se amplía cada vez más dejando atónita y pasmada a la opinión pública. Así que de momento, a pesar de que es una institución que actualmente defiende los intereses de más de 90.000 socios, la mayoría músicos, está claro que no va por muy buen camino para caer simpática a la gente… Y si además le añadimos que su actual director, Teddy Bautista, se jubilará el año que viene con una pensión vitalicia de 24.000 mil euros (!) al mes, lo que es el 90% de su sueldo actual, pues…

Pero escuchemos un poco más la opinión de los ‘malos’ de la película:
Guillermo Corral Van Damme, director general de Política i Industrias Culturales del Ministerio de Cultura dice que la música ‘es un bien que tiene un valor económico, como todo lo demás que circula en la sociedad (Inciso: compara la música con una cocacola, ‘es que sin música no hay discoteca’…) y se tiene que pagar por su elaboración, distribución y para que sigan produciendo’. Ojo a la comparación de la música con una cocacola, no tiene desperdicio. Pero dejando de lado este matiz, si bien en una discoteca la música es indispensable, no creo que se pueda comparar el mismo uso que se hace de ésta en una peluquería o pastelería… Y además que alguien me explique porqué si las radios ya pagan sus correspondientes derechos de autor, los establecimientos que la ponen tienen que pagar otra vez por lo mismo.

El problema es que la SGAE actúa como LA entidad de recolección de derechos en España y los artista que no se acogen a esta institución están desamparados de cara a la ley. Pero las tarifas excesivas, la dificultad de conocer el repertorio de esta institución y el hecho de que los mismos artistas tengan que pagar el 10% por adelantado de sus conciertos, hacen que los artistas que ya están un poco 'requemados' con el asunto se pasen a un innovador modelo de gestión de derechos de autor, la licencia ‘Creative Commons’ en la que los autores permiten el uso libre o reservándose algunos derechos sobre sus obras.

Gestión de derechos de autor,defensa o abuso? Según la mayoría de la población actualmente es sin ninguna duda, un abuso. En mi opinión la SGAE se niega a cambiar y permanece sujeta a un modelo caduco de la gestión de derechos de autor. Debido a su rigidez no se adapta a los nuevos tiempos y consecuentemente provoca el rechazo de la sociedad. Estoy totalmente a favor de la reforma de la ley de la propiedad intelectual, los derechos de autor se tienen que defender, pero no tienen que ser una herramienta para aprovecharse de los demás y conseguir el enriquecimiento de unos pocos… A nuevas herramientas de difusión del arte, nuevos modelos de gestión de los derechos de autor…

‘Todo árbol demasiado rígido, si no se vuelve flexible, algún día se rompe’(ya que la estética de mi blog se está volviendo un poco zen, no podía faltar la nota filosófica :)

Reportaje de TV3 ‘Històries de l’SGAE’

viernes, 30 de abril de 2010

Rapsodia Gourmet



(Gégène, vagabundo. Esquina de la calle Grenelle con la calle del Bac)

"Hay dos categorías de viandantes. La primera es la más corriente, aunque tiene ciertos matices(...)éstos no se detienen siquiera y pasan lo más rápido posible, su mala conciencia los atormenta durante cien metros -cincuenta antes, cuando me ven de lejos y se apresuran a mantener la cabeza fija en la otra acera hasta que, cincuenta metros después del harapiento, ésta recupera su movilidad de costumbre., y después me olvidan, vuelven a respirar libremente, y la punzada en el corazón que han sentido, de compasión y de vergüenza, se va difuminando. Sé muy bien lo que dicen ésos por la noche, al volver a casa, por poco que aún piensen en ello en algún rincón de su inconsciente: "Es terrible, cada vez se ven más, me parte el corazón, les doy algo, claro, pero cuando he dado a dos ya no doy más, y sí, ya lo sé, es arbitrario, es horrible, pero no se puede estar dando sin parar, cuando pienso en todos los impuestos que pagamos, no tendríamos que ser nosotros los que damos, tendría que ser el Estado, es el Estado el que no cumple con su función, y menos mal que tenemos un gobierno de izquierdas, si no sería mucho peor, bueno, ¿qué hay de cena esta noche, espaguetis?
A ésos que les den por saco. Y me quedo corto. Que se vayan a la mierda esos burgueses que se las dan de socialistas, esos que lo quieren todo: su abono para el concierto en el Châtelet y que se salve a los pobres de la miseria, tomar el té en Mariage y la igualdad para todos los hombres(...)"


Estos fragmentos son del libro 'Rapsodia Gourmet', de la autora Muriel Barbery. Este es el segundo libro que leo de Barbery, el primero fue uno que editó posteriormente, 'La elegancia del erizo' un libro que me hechizó por completo. La sutileza e ingenio con los que retrata los personajes de ese libro, son desde mi punto de vista, asombrosos. Consigue dar a vida a un carácter inteligente, mordaz e irónico, el de la niña Paloma, extremadamente lista, capaz de ver las tonterías que subyacen en el fondo de todos los problemas de los adultos que la rodean. A través de la mirada crítica de Paloma vamos descubriendo el mundo no extento de contradicciones que se articula a su alrededor y la profunda desesperanza y apatía que siente la protagonista. Rapsodia Gourmet es de la misma línea que La elegancia, pero a mi personalmente me gustó más este último. Aún así, el libro se caracteriza por la prosa elaborada Barbery, que se lee como si se saboreara una auténtica delicia, un plato para los más exigentes comensales.

Es verdad que no es un libro muy largo (muy a mi pesar) pero eso me obliga a no leer muy rápido y descuidar matices casi imperceptibles para el ojo del lector . Cada capítulo es una sinfonía con sus propios acordes que se articula a través de distintos personajes; una mujer, una joven, una cocinera, o un vagabundo (la voz que habla en el fragmento del libro que he añadido a esta entrada del blog), son algunos de los personajes que aparecen, entre otros, y que tienen algo en común: todos creen conocer en más o menos medida a Monsieur Pierre Artens, reconocido crítico gastronómico de fama mundial, que está apunto de morir. Deducimos a lo largo de los capítulos que Monsieur Artens no es un hombre muy querido, excepto por la cocinera (quien dice 'me trata mejor que a su propia mujer'), su perro (por quien siente absoluta devoción y dice del animal 'olía muy bien a brioche tibio, a cálida levadura, un aroma que suscita de inmediato el deseo de hincar el diente') y la estatua de la Venus prehistórica que tiene encima de su escritorio. Exceptuando estos tres personajes, su médico le odia, sus hijos y nietos le odian, y su mujer, aunque finje que no, también le odia (o almenos el lector supone que le debería odiar por fuerza).

A lo largo del libro descubrimos distintas facetas de la vida del protagonista explicadas por terceros, pero también se intercalan capítulos con la voz de Artens narrando episodios de su niñez que permanecen inmborrables en su memoria y se muestran en forma de la textura de unas ostras crudas en su paladar, el primer mordisco a un panecillo 'kesra' típicamente marroquí, o el indescriptible éxtasis que sintió la primera vez que comió sushi.

Es a través del pan, las ostras, los postres, las calderetas de la abuela y otros manjares como Artens articula los momentos felices de su vida (de los que el lector deduce siempre se relacionan con la gastronomía y se condensan básicamente en su niñez). Con este doble juego argumental, la autora, a mi parecer, consigue un contrapunto muy logrado, ya que por un momento consigue dotar de bondad a un personaje que suscita antipatía al lector desde un primer momento. Descubrimos en Artens a un adulto infeliz debido su fragilidad inherente y que tanto se ha esforzado por ocultar a lo largo de su vida revistiéndose de lujos y frivolidades varias. Tal y cómo narra el personaje de la nieta, Lotte, en un fragmento del libro que resume muy bien toda la trama de la obra (y también en muchos casos, la de la propia vida):

"(...) Sé que el abuelo piensa que papá es un imbécil. Sé que papá está enfadado con mamá por ser hija del abuelo, pero también porque ella me quiso tener, cuando él no quería hijos, o al menos no los quería todavía; sé también que papá me quiere mucho y quizá incluso que está enfadado con mamá por quererme tanto cuando él no quería tenerme, y sé que mamá a veces está un poco enfadada conmigo por haber querido tenerme cuando papá no quería. Sí, sí, sé todas esas cosas yo. Sé que todos están tristes porque nadie quiere a quien debería y como debería y porque no entienden que sobre todo es consigo mismos con quien están enfadados"

Libro 100% recomendable!

domingo, 18 de abril de 2010

Cinismo

Hay palabras que me gustan por su sonoridad, otras por lo que evocan, su significado, o porque son extrañas, originales o ridículas. Escoger sólo una palabra me ha parecido poco (tengo en mente hablar de macedonia, recordar, naftalina, aleatorio, narcisista, ortodoxo o naïf, entre otras), así que iré añadiendo más en posteriores entradas. En esta ocasión he escogido una palabra que tiene un bonito origen histórico pero que el paso del tiempo la ha convertido en un adjetivo despectivo (vemos como la RAE define un cínico como una persona que miente ‘con morro’ literalmente o de forma desvergonzada y sin ningún tipo de pudor). Hoy en día la acepción moderna de esta palabra es esa en la que no se exagera para mostrar una verdad sino para ocultarla de forma absolutamente inhábil con poco interés real por si se destapa, con total descaro.

Los orígenes de este término se remontan a la Grecia Clásica, donde el griego Antístenes de Atenas fundó la escuela de los cínicos que se estableció en el Mausoleo del Perro y de ahí su origen, ya que cínico en griego es kynikos(perro). Este filósofo era seguidor de Sócrates y tomaba ejemplo de la naturaleza y los animales. Defendía un pensamiento individual y una vida sencilla alejada de los placeres materiales. Por este motivo muchos de los seguidores de esta escuela, fueron llamados cínicos, ya que vivían literalmente como perros (dormían en la calle y comían lo que les daba la gente).

Uno de estos famosos filósofos seguidores de esta escuela es Diógenes de Cínope, de quien dicen que caminaba a menudo por las calles de Atenas con una lámpara encendida a plena luz del día, ya que según sus propias palabras, buscaba a un hombre honesto.

Esta escuela filosófica se caracterizaba por usar la hipérbole para desvelar los aspectos perjudiciales de las costumbres. La exageración les llevaba a actuar de forma extrema y la forma como respondían a sus conciudadanos les hacía tener otro motivo para ser considerados como perros ya que 'mordían verbalmente'.
El cínico se diferenciaba de los demás por su desvergüenza radical, por adoptar modos de vida que escandalizaban a su sociedad, por predicar la autosuficiencia, la libertad de palabra y la austeridad como cosas necesarias para alcanzar la felicidad. Quizás esta desvergüenza era su rasgo más característico pero ésta se entiende cómo necesaria en el contexto de incertidumbre que se vivía en este periodo de crisis cultural. Por este motivo los cínicos de entonces hacían uso de la transgresión continua, tanto de los valores tradicionales, como de las normas sociales, manifestando su malestar y descontento, y también para librarse de los caprichos de la fortuna, guiando al individuo hacia la felicidad.

Si tomamaos el significado de cínico que encontramos en el origen etimológico de esta palabra, ¿mejor ser todos un poco cínicos, no? sobretodo tal y como están las cosas... me quedo con esta definición de cinismo y la pongo en práctica.

Libro recomendado: 'Crítica de la razón cínica'

domingo, 11 de abril de 2010

Proyección del documental: "Burma VJ. Noticias de un país cerrado"

Un grupo de reporteros birmanos luchan para hacer llegar a todo el mundo las imágenes grabadas clandestinamente con sus cámaras domésticas del levantamiento de los monjes budistas contra el régimen militar en el año 2007. Este documental, nominado al Oscar 2010 por el mejor documental, se trata de una visión única del periodismo de alto riesgo i de la disidencia en un estado policial.
Joshua, un joven de 27 años, relata en primera persona como su grupo de reporteros se organiza y vive el levantamiento de los monjes. Después de las primeras protestas, los equipos de televisión extrangeros son expulsados del país y Joshua y su equipo se convierten en los únicos responsables de mantener viva la revolución en todas las televisiones del mundo. Rápidamente el régimen es consciente del poder de la cámara y los reporteros son constantemente perseguidos por los agentes del gobierno, que ven a los medios de comunicación como la mayor presa.

lunes, 5 de abril de 2010

Ouka Leele: fotografía y acuarela



Ouka Leele es el nombre artístico de Bárbara Allende Gil de Biedma, fotógrafa española nacida en 1957. Sus obras fueron etiquetadas de 'posmodernas' y son obras clave de la 'movida madrileña' (comienzos de los 80).

El objetivo de Ouka Leele se dirige muy a menudo a la figura humana, centrando prácticamente todo su interés en ella, y en su expresión. Más importante que lo que vemos o la calidad técnica de la fotografía es lo inherente que hay en ella, la expresión de ese 'algo' artístico y poético que Ouka Leele capta con su cámara.

La misma artista explica cómo entiende ella la fotografía: ''poesía visual, una forma de hablar sin usar palabras''

Tal y cómo sucede con otras artes, pero en este caso la fotografía ofrece la ventaja de captar la realidad en su profundidad, con todos sus matices (en los 80 las cámaras fotográficas ya eran de gran calidad). Pero fue en 1978, cuando Ouka Leele se trasladó a Barcelona e ideó y profundizó en la que sería la técnica que caracterizó gran parte de sus obras posteriores y que se trata de pintar con acuarelas encima de las fotografías en blanco y negro. Con esto, la artista pretendía recuperar esos colores que existen y que el ojo humano y el objetivo de la cámara no alcanzan a ver.

La artista se formó de forma autodidacta y reivindicó que lo importante en el fotógrafo no es tener la mejor técnica sino tener ese 'algo' especial, el duende de cada uno.

En su caso, su objetivo capta figuras y expresiones llenas de significados múltiples para el observador y su obra se caracteriza por la mezcla única del realismo de la fotografía con el surrealismo de los colores imposibles de sus acuarelas.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Primavera, Verano, Otoño, Invierno...y Primavera

Esta película del director coreano Kim Ki-Duk, ganó el premio del jurado del Festival Internacional de Cine de Locarno 2003 y el premio del público del Festival de San Sebastián 2003. La película narra con gran belleza las etapas de vida de un hombre, que se corresponden con las diferentes estaciones. En primavera, es un niño. Vive con su maestro en un pequeño templo en medio de un lago. La belleza de los paisajes es espectacular, y los días pasan entre silencios y aprendizajes... Hasta que llega el verano, y con esta estación, su juventud, el descubrimiento del sexo y la rebeldía. El joven monje se debate entre sus deseos y la obediencia a su maestro cuando se separa de su amante. Finalmente decide ir a buscarla y vivir con ella en la ciudad, alejándose así de su maestro y de la espiritual vida de retiro en el templo. Pasan muchos veranos y llega un otoño más, como tantos otros. Con esta estación llega el joven monje ya convertido en adulto para reencontrarse con su maestro. Vuelve infeliz y lleno de odio pues su mujer le ha sido infiel y él ha cometido un asesinato. Pronto llegará la polícia para llevárselo... y cuando regrese de nuevo, muchas estaciones habrán pasado y será invierno. Muchas cosas habrán cambiado: su maestro ha muerto, él ya es un adulto y la rabia y el rencor que albergaba en su corazón han desaparecido. Además, la amante de su juventud le entregará un niño, supuestamente suyo, para que cuide en su lugar. Empezará un nuevo ciclo de estaciones. Y ese niño, como él en su día, empezará a aprender. Cometerá errores y crecerá, se irá pero volverá, y así indefinidamente...
Emmarcada por los bellos paisajes de la naturaleza de Corea, esta historia se compone de silencios y reflexiones, se sucede enérgica y transmite algo transcendental que no encuentra palabras. Se establece un metafórico paralelismo entre la vida del monje y las diferentes estaciones que busca transmitir lo efímero y los diferentes aprendizajes por los que pasa el ser humano a lo largo de su vida.

domingo, 21 de marzo de 2010

Tintín en el país de los Soviets



Tintín en el país de los soviets es uno de los primeros de los álbumes de Las aventuras de Tintín del artista belga Hergé. Se publicó originalmente entre 1929 y 1930 en Le Petit Vingtième, el suplemento juvenil del diario católico Le Vingtième Siècle. La obra fue encargada a Hergé por Norbert Wallez, director de este diario de derechas, que tuvo la genial idea de inventar este personaje para mostrar a los jóvenes belgas la realidad de la Unión Soviética (léase lo malvados que eran los rojos).

Hay que señalar la compleja tarea de creatividad que le debió llevar el argumento de la obra a su autor: "Tintín y su perro Milú son enviados a Moscú por el periódico para el que trabaja. Durante el trayecto, una bomba colocada por un agente ruso del servicio secreto estalla en el tren en el que viaja. Tintín es acusado del incidente y enviado a prisión pero consigue escapar gracias a su astucia y un disfraz.
En Moscú descubre que los Soviets obligan a la gente a votar apuntándoles con armas; que las fábricas más productivas son en realidad edificios vacíos empleados para engañar a los visitantes; como los Soviets solamente dan de comer a los jóvenes si aceptan llamarse comunistas; que toda la región de Moscú se enfrenta a una hambruna debido a la falta de alimentos y al envío de estos hacia el exterior para su utilización propagandística por parte del régimen... Los soviets planean robar alimentos en las vecinas granjas pero Tintín consigue avisar a los granjeros del avance de las tropas, aunque es capturado. De nuevo consigue escaparse y en su marcha por las desiertas llanuras heladas Tintín encuentra el escondite secreto de riquezas de Stalin, Lenin y Trotsky que éstos habían robado al pueblo ruso (incluyendo un amplio depósito de trigo). Tintín regresa con este secreto en su poder, llega hasta Berlín donde vuelve a encontrarse con agentes soviéticos y escapa para llegar hasta Bruselas donde una multitud enfervorecida lo espera aclamándolo (...)"

Así, gracias a este cómic caracterizado por su realismo (resulta curioso el dato de que su autor no había visitado jamás la Unión Soviética, pero será que al leerse el libro de Douillet se hizo una idea muy ajustada y no fue necesario tal contratiempo). Era pues, primordial alertar a los niños (sí, muy importante a los niños, como si los comunistas fueran de su interés) lo malos que eran los comunistas, tan malos, que no sólo mentían cuando hablaban de que tenían una economía en pleno desarrollo (todas sus fábricas eran atrezzo de teatro) si no que eran unos maltratadores de animales en potencia (ver la última viñeta: ¡Para pasar el rato podríamos atarle una piedra al chucho!). Claro que no hay mejor manera de predicar a los niños el odio a un país que tratar la temática de la violencia animal. Seguramente les importe mucho más eso que las mentiras o las elecciones amañadas por parte de los comunistas.
Tampoco tiene pérdida la viñeta en la que sale el perrito Milú radicalizado (en sus inicios incluso bebía vodka y fumaba puros...) más anticomunista aún que Tintín (!) cuando le dice asustado en su viaje a Moscú: 'He oído decir que hay muchas pulgas allá... y ratas también".

¿Son los artistas unos locos?

Freud así lo creía cuando afirmó que para ser artista era necesario ser enfermo mental. Exactamente no sé a que se refería con la catalogación de 'enfermo mental' pero a juzgar por sus teorías imagino que cualquier individuo que presentara una mínima neurosis ya sería catalogado para él como 'enfermo mental'. Si hoy en dia hiciéramos caso a esta definición resultaría curioso la cantidad de enfermos mentales que campan a sus anchas por la sociedad. Para mí, esta definición son palabras mayores, algo que incluye un trastorno claramente orgánico. No sé exactamente el número de enefermos mentales que han sido artistas a lo largo de la historia, pero recuerdo que una vez leí que Hitler sentía especial pasión por la pintura y durante muchos años, cuando era joven, se preparó para entrar en una prestigiosa academia de arte. No fue aceptado y eso le provocó una gran fustración. Muchos años después se convertiría en un líder de masas sádico y déspota. Yo sí considero a él y a todas las personas que siguieron su ideología unos verdaderos locos. Y no sé si eran artistas. Pero me pregunto si un artista que vuelca su fustración, odio o tristeza en un lienzo o en una hoja en blanco se puede considerar un verdadero loco, o quizá una de las personas más cuerdas del mundo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Haiku de las cuatro estaciones

La esencia del haiku, una forma de poesía tradicional japonesa, es el zen. Esta poesía es simple, sin ornamentos. Es sencilla, y en su sencillez radica su belleza. El haiku capta momentos efímeros (la caída del rocío al deshacerse, los ténues rayos de la luna a través de los árboles...) que son la esencia del zen y quieren ser reflejo de la paz que subyace más allá de todas las etiquetas y conceptos mentales.

Primavera...
¿Por el rostro de las flores
será intimidada
la luna tenue?
No lo dudes
también la bahía tiene flores
bahía primaveral
Verano...
El primer melón
lo cortamos en cuatro
¿o bien en tajadas?
Viento del río
en kimono de verano
frescor de la noche
Otoño...
Día de apacible felicidad
el monte Fuji velado
por la lluvia brumosa
Dios está ausente
las hojas muertas se amontonan
todo está desierto
Invierno...
Envolviendo los pastelillos
con la otra mano se aparta
el pelo de la frente
Y ahora
vamos a contemplar la nieve
hasta caer agotados

Recopilación de haikus de 'Haiku de las cuatro estaciones' de Basho

lunes, 8 de marzo de 2010

Arte contemporáneo

En este siglo de plena evolución y progreso, todo el mundo (o casi) quiere ser lo que no es o tener lo que no tiene. Señoras que quieren operarse la nariz porque según ellas está torcida y, obviamente, no es para nada estética y les arruina una vida potencialmente exitosa. Jóvenes que desean más pechos, para 'sentirse bien consigo mismas'. Mujeres que se injerta botox para paralizar sus músculos faciales. Vale la pena pues, pasar por un suplicio momentáneo para ser más bellas y felices (o eso creen que serán). Pero, ¿quien se cree todavía que buscan ser más bellas? La letra pequeña del cuento dice que quieren ser más felices y aceptadas y están seguras de que así lo conseguirán. Lástima que no sea tan fácil y nadie se lo haya contado y estén perdiendo el tiempo (y el dinero). Pero en esta era de la hipervelocidad y las hiperexigencias no se las puede reprochar que aún crean que existen las soluciones rápidas para las cuestiones existenciales.
Mi gata tenía envidia. No quería ser menos en esta sociedad occidental tan evolucionada. Quería ser más guapa. Miró unas fotos de Marilyn Monroe y se dio cuenta de que le sentaría bien el rubio. Por eso le puse peluca. Y ahora se siente bien consigo misma y realizada, tal y como mandan los cánones del siglo XXI...


El fenómeno Bansky: mostrar lo que nadie quiere ver

Cuando los muros y las paredes de la ciudad nos hablan a través de un graffiti, qué nos dicen?
En ocasiones, desgraciadamente, vemos cómo abundan las 'pintadas' sin sentido en buena parte del mobiliario urbano. En este caso, este lenguaje de la sociedad occidental nos habla de vandalismo, de rebeldía llevada al extremo, de la libertad y la libre expresión mal entendidas. Pero veo los graffitis del Bansky, y me hablan de algo que existe pero a lo que nadie le quiere prestar atención porque es desagradable y perturba la plácida monotonía de la vida del urbanita. Hablan de forma clara y directa de la contradicción, que es la palabra que mejor define a nuestra sociedad y que es hija del sistema capitalista. Hablan de una sociedad occidental que en apariencia es civilizada y educada, pero sólo en apariencia. Hablan de algo que existe en esta sociedad porque cuando vemos sus graffitis todos nos damos por aludidos. Hablan del dolor, de los tabús, y de la violencia que imperan latentes y a los que la mayoría prefieren no prestar atención.
Eso sí, lo hace con una fina ironía, y de forma políticamente correcta a través de unas obras de calidad elaboradas con una técnica impecable. Quién puede resistirse? En mi opinión esto es arte de verdad.
Es estético.
Es crítico.
Conmueve.
Expresa.
Provoca.
Evoca.
...y el silencio de sus pinturas lo dice todo, sin necesidad de palabras.